El papa Francisco aprobó la modificación del Catecismo católico para declarar «inadmisible» la pena de muerte e indicó el compromiso de la Iglesia para animar a su abolición en todo el mundo.
El prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria Ferrer, señaló este jueves (02.08.2018) en un comunicado que ha sido autorizado por el pontífice para introducir la nueva postura ante la pena de muerte, recogida en el artículo 2.267 del Catecismo católico.
En el nuevo texto se subraya que «la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona, y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo».
En la modificación se señala que «durante mucho tiempo el recurso a la pena de muerte por parte de la autoridad legítima, después de un debido proceso, fue considerado una respuesta apropiada a la gravedad de algunos delitos y un medio admisible, aunque extremo, para la tutela del bien común».
«Criminales no pierden su dignidad humana»
En la versión antigua del Catecismo no se excluía la pena de muerte «si ésta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas».
El cambio se debe a que, según el nuevo texto, «hoy está cada vez más viva la conciencia de que la dignidad de la persona no se pierde ni siquiera después de haber cometido crímenes muy graves» y «se ha extendido una nueva comprensión acerca del sentido de las sanciones penales por parte del Estado».
«En fin, se han implementado sistemas de detención más eficaces, que garantizan la necesaria defensa de los ciudadanos, pero que, al mismo tiempo, no le quitan al reo la posibilidad de redimirse definitivamente», se justifica en el nuevo texto.
El cambio, datado el 1 de agosto de 2018, entrará en vigor con su publicación en el diario oficial, L’Osservatore Vaticano, y en el «Acta Apostolicae Sedis», que recoge los textos oficiales de la Santa Sede.
VT (efe, ap)