La casa de estudios no ha pedido el desalojo de las dependencias desde donde cuelga un lienzo que reza: «Nos han callado, ahora es cuando».
Estudiantes de la Universidad Católica se tomaron las dependencias de la Casa Central en la mañana de este viernes de forma pacífica y sin que, por ahora, la casa de estudios solicite su desalojo.
Una de las voceras de la toma, Daniela Pinto, comentó a Cooperativa que «es un tema de las faltas de respuesta del rector respecto ante a las exigencias que nosotros estamos teniendo con relación a la política de violencia sexual, también estamos incluyendo el aborto en tres causales hablando específicamente de la objeción de conciencia que tiene esta institución».
«Queremos -sostuvo- terminar con la violencia sexual al interior de las universidades, queremos terminar con las estructura machista que se está replicando al interior de esta institución, por eso estamos acá»
«Además queremos hacer un llamado a nuestras compañeras a nivel nacional de que la lucha feminista está comenzando y que nosotras estamos también en nuestra lucha», acotó la dirigenta.
Alumnas dialogarán sólo si no hay sumario contra ellas
Al interior de la Casa Central, las alumnas mantuvieron un dialogo con el rector Ignacio Sánchez.
«Estoy dispuesto a conversar, a dialogar, las propuestas del petitorio, (pero) lo que sí pediría es que desalojaran la toma, porque no es muy posible tener un dialogo respetuoso cuando se lanzan sillas, cuando uno intenta hablar y están con capuchas», les dijo la autoridad universitaria.
La condición de las estudiantes para el diálogo es que se les garantice que la Rectoría no cursará un sumario contra ellas.
«Con respecto a la ocupación, no iniciaremos el diálogo con Rectoría hasta que se nos asegure que no se abrirán procesos de responsabilidad, o sea, sumarios contra los estudiantes involucrados en la ocupación», explicó la vocera Raquel Ortíz.
«Efectuando lo anterior, iniciaremos el proceso de diálogo en tanto Rectoría nos entregue propuestas concretas a nuestras demandas. La ocupación se mantendrá hasta tener respuesta a nuestro petitorio», agregó.
A las 13:30 horas se espera se lleve a cabo una reunión entre las dirigentas de la toma históricas y el rector.
Roces con alumnos que rechazan toma
Durante el transcurso de la mañana, se enfrentaron verbalmente algunos alumnos que no están de acuerdo con la ocupación de la casa de estudios. Según expresó Javiera Rodríguez, Consejera Superior (cargo representativo electo al mismo tiempo que la Federación) y militante del Movimiento Gremial, «ninguno está en contra del movimiento feminista, pero sí hay varios que estamos en contra de la toma y te podría decir que es la gran mayoría de los estudiantes de la universidad. Nadie decidió la toma».
Desde la Federación de Estudiantes (FEUC) informaron que «más de 100 mujeres ingresaron esta mañana a las dependencias del campus ubicado en Portugal con la Alameda con el objetivo de exigir una respuesta por parte del rector Ignacio Sánchez ante los múltiples casos de abuso ocurridos en la universidad».
«Desde la FEUC se hizo un llamado al diálogo entre las partes y a evitar actos violentos en contra de las compañeras manifestantes», añade el comunicado que detalla que posteriormente cerca de 120 manifestantes ingresaron a la Casa Central de la Universidad Católica y se tomaron las dependencias del lugar.
«El objetivo de la manifestación es exigirle al rector de la institución, Ignacio Sánchez, que se tomen medidas en contra de los múltiples casos de abuso ocurridos en la institución», sostuvo la FEUC que hizo un llamado «al diálogo, a evitar la represión en contra de las compañeras manifestantes y a intentar llegar a un acuerdo que logre reactivar el funcionamiento normal de la universidad, siempre y cuando, se escuchen las demandas realizadas por las estudiantes».
La última vez que se tomó la Casa Central fue en 1967 cuando la Federación de Estudiantes solicitaba reformas al interior de la univerisdad. En ese entonces, los dirigentes colgaron un lienzo que acuñó una de las frases que pasarían a la historia: «Chileno: El Mercurio miente».
Toma en la Casa Central en 1988
El 9 de julio de 1988, la FEUC realizó una protesta por el ingreso de la fuerza pública a la universidad el día anterior, según se explica en el documento «Síntesis de la evolución del Movimiento Estudiantil chileno entre 1985 y 1987».
El acto terminó sin incidentes, pero con la expulsión de Dauno Tótoro -escritor y periodista-, quien era uno de los alumnos.
La situación derivó en una toma el 16 de julio que fue desalojada con la intervención de Carabineros y que dejó un saldo de 88 estudiantes detenidos.
Sánchez descartó que toma vaya a ser desalojada durante esta jornada
En un punto de prensa durante la tarde, el rector Ignacio Sánchez remarcó que «estamos muy abiertos siempre al dialogo, como lo hemos estado todo el tiempo», sin embargo, «queremos que se mantenga esta actividad en forma pacifica, sin violencia, sin daños a las personas, sin daños a la propiedad de la universidad».
«En tercer lugar, estamos muy atentos a poder conversar con ellas, las demandas que ellas quieren que nosotros evaluemos, para ello ya estábamos analizándolas desde ayer, por lo tanto reforzamos esa idea. Nos parece que es muy importante, si queremos potenciar el dialogo y la comunicación, que ellas desistan de esta toma. Nos parece que hay un derecho de la comunidad universitaria a utilizar sus espacios», agregó.
Asimismo, el rector descartó que durante esta jornada se desaloje la Casa de Estudios, pero hizo hincapié en el resto del estudiantado que no quiere que siga la toma.
La información es de: Coopetativa