De acuerdo a un análisis realizado por el Centro de Investigación Social de Techo, hay 2.356 familias de extranjeros en Chile que residen en campamentos. Además, el informe ahondó en que el 26% de los migrantes en el país viven hacinados.
Una de las materias que tendrá que revisar la administración del nuevo Presidente, Sebastián Piñera, es lo que ocurre en relación a la regulación de la población migrante. Hoy en Chile las estadísticas indican que hay 465 mil inmigrantes, sin embargo, se espera que los datos del Censo 2017 -que se conocen en abril- reflejen que los foráneos superen las 700 mil personas.
En ese contexto, el Centro de Investigación Social (CIS) de Techo-Chile, ahondó en la realidad de 195 campamentos de los 702 que hay en el país. Además, el catastro constató la situación de los extranjeros que residen en esos asentamientos.
Entre los principales resultados se detectó que en los 192 campamentos consultados por Techo, viven 2.356 familias extranjeras.
En el desglose por región, se detectó que el 53% del total de las familias migrantes en campamentos residen en Tarapacá. Le sigue Antofagasta con un 17,6% del total, y en tercer lugar se sitúa Atacama con 16,1%. De esta manera, en el norte grande habitan 2.111 familias extranjeras que viven en asentamientos sin condiciones sanitarias.
Con respecto al panorama migratorio que se tiene en el país, el director social de Techo-Chile, Gonzalo Rodríguez, señaló que “la migración ha detonado una características que los chilenos pensamos que ya no teníamos: la discriminación”.
En relación al tema de los extranjeros que están actualmente residiendo en campamentos, el experto fue enfático en afirmar que “nosotros vemos como los migrantes se bajan del avión y ese mismo día parten a un campamento y ahí se quedan viviendo quizás cuánto tiempo más, sin servicios básicos”.
Asimismo, en la encuesta se mostró que de mayo de 2016 al mismo mes de 2017 llegaron 823 nuevas familias extranjeras, lo que representó un 24% de las 3.410 familias que tuvieron que ir a vivir a un campamento durante ese período.
De acuerdo a la encuesta, en el caso de los jefes de hogar predomina la nacionalidad boliviana, que representa el 37% del total. Los otros países con mayor cantidad de personas viviendo en campamentos son los colombianos y peruanos, con 27,6% y 24,9% respectivamente.
Hacinamiento
De acuerdo al análisis de Techo, surgido de los datos de la Casen 2015, 118.889 migrantes viven en hacinamiento, lo que significa que un 25,5% de los 465.319 extranjeros residentes en Chile habitan en un hogar con 2,5 o más personas por dormitorio. En detalle, la región que predomina en porcentaje de extranjeros hacinados es Antofagasta, donde un 33,8% de los migrantes viven en esas condiciones, cifra que asciende a 10.314 personas que deben compartir una habitación. En el listado sigue Tarapacá con 31,8%, que totalizó 9.737 inmigrantes hacinados.
En el caso de la región Metropolitana, un 27,9% de los inmigrantes están hacinados, lo que equivale a 89.542 personas. Asimismo, en los últimos dos años, en las comunas de Lampa y Colina, se han creado nuevos campamentos con un porcentaje alto de migrantes.
En ese sentido, el director social del centro comentó que para los inmigrantes su primera vivienda puede ser en un cité en Santiago Centro o Estación Central, donde “están en condiciones de hacinamiento extrema, de insalubridad. Ellos aguantan eso porque lo único que quieren es ganar algo de plata y lo que logran ganar, enviarlo a su país”, sentenció Rodríguez.
Al igual que en los campamentos, la zona norte del país agrupa la mayor cantidad de población que se encuentra en condiciones de hacinamiento. A su vez, al comparar las cifras con la situación de los chilenos, en el país un 10,8% enfrenta esa realidad.
¿Por qué vienen a Chile?
En relación a los motivos que los traen al país, el 58,6% lo hace en búsqueda de oportunidades de trabajo. La segunda causa preponderante por la que los migrantes llegan, es por una mayor estabilidad económica.
Asimismo, el estudio realizado por el centro de Techo-Chile, demostró que un 81,2% de los jefes de hogar llegó a los campamentos debido a los elevados costos del arriendo en las distintas ciudades de Chile. A su vez, la situación habitacional en la que se encontraban previamente al campamento, reflejó que los inmigrantes debían “pagar, en promedio, un 43% de sus ingresos en arriendo para acceder a una pieza o vivienda”.
En ese panorama, Gonzalo Rodríguez considera que “es bien dramático, dado que ellos vienen con la intención de arrendar, pero cuando se dan cuenta que puede llegar a ser hasta el 80% de sus ingresos, surge la opción de ir a vivir a un campamento”. El investigador añadió que ese es un problema estructural del país, ya que los valores en el “mercado inmobiliario están muy elevados y eso no se condice con los salarios”.
Panorama Futuro. En relación a los próximos años, Rodríguez advierte que es una situación que seguirá en aumento, por lo que “tenemos que poner todos los medios que sean necesarios para facilitar la migración de forma ordenada y regular”.
De esa manera, el experto prevé que una posible solución es regular el tema de arriendos, para generar un mecanismo transitorio, dado que considera que muchos migrantes no pretenden quedarse toda la vida en Chile, entonces hay que “pensar en políticas de arriendo, protegido y a un bajo costo, que no se eleve con el mercado”, afirmó Rodríguez.
En esa línea, el director social del centro analiza que un aspecto clave es revisar la política migratoria del país, de manera de favorecer los procesos para obtener la permanencia definitiva y visas de trabajos. No obstante, la regulación debería tener más un enfoque “de derechos humanos que de seguridad del país”.