La Fiscalía General acusa al mandatario de asociación ilícita y obstrucción a la Justicia. Se trata de la segunda denuncia en su contra en tres meses.
El oficialismo logró este miércoles (25.10.2017) los votos necesarios en la Cámara baja para evitar, por segunda vez en tres meses, que el presidente de Brasil, Michel Temer, pudiera ser investigado por cargos de corrupción, como lo había exigido la Fiscalía General.
El ex fiscal general Rodrigo Janot presentó los cargos de asociación ilícita y obstrucción a la Justicia contra el líder conservador el 14 de septiembre, tres días antes de finalizar su mandato. Esta sería la segunda denuncia que formuló contra Temer en poco más de tres meses.
Janot incluyó también en su reciente denuncia a otros seis miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, derecha) de Temer, entre los que se encuentran el jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, y Wellington Moreira Franco, ministro jefe de la Secretaría General de la presidencia.
De acuerdo con la acusación, Temer forma parte de lo que la fiscalía calificó como el «PMDB de la Cámara», un «organización criminal» formada por diputados del partido del presidente que participaban en una trama de sobornos controlada desde el Parlamento.
La Fiscalía alega que esa asociación delictiva participó de «un esquema que permitió que los denunciados recibieran por lo menos 587 millones de reales (188 millones de dólares) en sobornos».
Sin embargo, en la votación de este miércoles, al menos 157 diputados apoyaron a Temer con lo que, sumadas 14 ausencias y una abstención, lograron impedir antes de finalizar la votación que se alcanzara la mayoría de dos tercios (342 de 513) necesaria para autorizar la suspensión de Temer por 180 días.
El mandatario recibió la información sobre el resultado de la votación en momentos en que llegaba a su residencia oficial tras ser dado de alta, luego de haber sido ingresado al Hospital Militar por una obstrucción urinaria.
Temer es el primer presidente brasileño en pleno ejercicio de su mandato que es acusado formalmente de un delito de tipo penal y no una, sino dos veces.
En agosto pasado, la misma Cámara de Diputados negó otros cargos por corrupción pasiva también formulados por la Fiscalía General, que en ambos casos apoyó sus denuncias en unos testimonios prestados por los dueños del grupo cárnico JBS.
En esta ocasión, cuando aún debía votar poco menos de la mitad de los diputados y el proceso continuaba, ya estaba garantizado que la denuncia será archivada y que, al igual que la primera, solo podrá ser retomada cuando Temer entregue el poder, el 1 de enero de 2019.
Las denuncias contra el presidente están enmarcadas en el caso «Lavo Jato» («Lavado de autos»), la investigación de una enorme red de corrupción política desde hace más de tres años. Temer, que según las últimas encuestas publicadas tiene una aprobación de entre el tres y el cinco por ciento, niega todos los cargos.
JCG (EFE, dpa)