DC lideró ofensiva para forzar una comisión mixta, a lo que se sumaron votos en contra de otros sectores oficialistas y de la oposición
“Esperemos que el gobierno recapacite”, emplazó ayer, desde la sala de la Cámara, el diputado Fuad Chahín (DC) a minutos de que se votara uno de los proyectos emblemáticos de la reforma educacional de la Presidenta Bachelet: el de Nueva Educación Pública, también conocido como de desmunicipalización.
La votación se extendió por al menos una hora, y terminó -por votos del oficialismo y de la oposición en contra de varios artículos- en la conformación de una comisión mixta que se constituirá el miércoles con los diputados Manuel Monsalve (PS), Alberto Robles (PR), Jaime Bellolio (UDI), Germán Becker (RN) y Yasna Provoste (DC). El Senado, en tanto, deberá definir a sus representantes.
El martes, los diputados DC le habían advertido al subsecretario de la Segpres, Víctor Maldonado (DC), durante el almuerzo de bancada, que el partido requeriría al menos 15 días para analizar el comparado de la iniciativa, texto que contempla una serie de cambios y que contiene 353 hojas.
“Ellos no escucharon”, decían ayer desde esa colectividad. Así, la advertencia se cumplió. Luego de un nuevo almuerzo de bancada DC realizado ayer, casi la totalidad de los diputados de ese partido acordó que darían una conferencia para anunciar que algunos de los parlamentarios votarían en contra de varios artículos o que, simplemente, no votarían. El objetivo era evitar el despacho del proyecto para obligar a que se revise en una comisión mixta, algo que se concretó horas después con la postura de la DC y, además, con los votos en contra de otros sectores del oficialismo y también de la oposición. Esto, provocándole una derrota al gobierno -que buscó que se aprobara ayer el articulado- y arriesgando la implementación del nuevo sistema de educación pública, según advirtieron algunos legisladores.
El gobierno había tratado detener la ofensiva, algo que encabezaron los ministros Adriana Delpiano (Educación) y Gabriel de la Fuente (Segpres). “Conversemos”, le dijo en uno de los pasillos la secretaria de Estado al diputado Aldo Cornejo (DC). Sin embargo, tal como los mismos parlamentarios afirmaron después, “ya era demasiado tarde”.
Así, el primero en hablar fue Chahín. “El gobierno quiere que nosotros seamos capaces de leer este comparado, estudiarlo, formarnos una opinión y, además, votar en menos de tres horas. Es una enorme irresponsabilidad con el país y con la educación pública de Chile”, expresó. “No vamos a votar esta votación convocada a la rápida”, continuó Cornejo. Y agregó que la responsabilidad de esta decisión no era de ellos, sino que del propio gobierno. “Ellos nos señalaron que ésta es una reforma urgente. Si el tiempo nos ha pillado, nosotros no somos los encargados de tramitar la reforma, son ellos, los ministros”, agregó, mientras que Marcelo Chávez (DC) acusó una “irresponsabilidad absoluta del Ejecutivo, al pretender que con un proyecto fundamental para el gobierno los diputados no tengamos la posibilidad de razonarlo en profundidad”.
Las trabas del proyecto
En la sala de la Cámara las bancadas oficialistas hicieron pública sus aprensiones al proyecto. El primero fue Monsalve quien, a nombre del PS, sostuvo que existían “puntos que se pueden perfeccionar en una comisión mixta”. Luego, a nombre de la DC, Provoste profundizó en las diferencias que existían entre la Comisión de Educación de la Cámara y el acuerdo que tomó el gobierno semanas atrás con la oposición, para permitir la aprobación del proyecto en el Senado. “No nos parece que este proyecto retroceda en derechos laborales adquiridos”, dijo. Y añadió que “no podemos esperar que se extienda por tantos años (el traspaso de colegios) para que los establecimientos entren en marcha”.