La capacidad de este líquido para darles anticuerpos a los bebés podría usarse para luchar contra la pandemia. Una investigadora en Nueva York trata de descifrar cómo hacerlo.
Sabemos que la leche materna es mágica. Es un producto vivo que se transforma según la edad y las necesidades del bebé, protege a los niños de enfermedades, aumenta su inteligencia, disminuye las posibilidades de que sufran de sobrepeso e, incluso, previene ciertas afecciones en las madres, como el cáncer de seno.
Si al bebé le da gripa, el número de leucocitos en la leche materna aumenta. Y eso se nota incluso en la calidad de ese líquido blanco: se vuelve más espeso y parecido al calostro para que el niño reciba anticuerpos. Aunque las investigaciones sobre este tema no son numerosas, hay importante evidencia científica que sugiere que el bebé le transfiere esta información a la mamá a través del contacto de su saliva con el pezón.
Debido a estas características, algunos científicos han empezado a estudiar la leche materna con la esperanza de encontrar en ella la manera de combatir el coronavirus que tiene en vilo al planeta. El mayor interés de los investigadores es entender la manera en que traslada esos anticuerpos a los bebés.
Hay que empezar por entender que los anticuerpos son claves para el sistema inmunológico: en el momento en el que un virus ataca al cuerpo, nuestros glóbulos sanguíneos producen anticuerpos para luchar contra la infección. Luego, esos anticuerpos también favorecerán que nuestro organismo cree inmunidad contra el virus al corto plazo.
Rebecca Powell, investigadora de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai (Nueva York), estudia la presencia de anticuerpos en la leche materna de mujeres que han sido expuestas al coronavirus, de acuerdo con información difundida por Vice Estados Unidos. Actualmente, la mayoría de los científicos están concentrados analizar los anticuerpos en la sangre, ella ha puesto su atención en los que lleva la leche materna, que pueden tener ventajas sobre los primeros.
Su teoría es que estas mujeres expuestas a la enfermedad probablemente desarrollaron anticuerpos para atacar el virus y, ahora, los están trasladando a sus hijos. Para avanzar en su investigación, Powell estás buscando donaciones de leche materna con urgencia y muchas mamás han respondido a su llamado: “Tengo cientos de correos de personas que quieren participar y muchas de ellas han confirmado que dieron positivo en la prueba o tienen grandes sospechas de haber tenido la enfermedad –aseguró la experta–. Si encontramos que en su leche hay anticuerpos potentes, ¿podríamos usarlos de la manera en la que se está utilizando el plasma para tratar a las personas más graves?”. Powell esta dispuesta a pagar 5 dólares por cada onza de leche donada.
Es un hecho que las madres lactantes producen anticuerpos para luchar contra otros virus, así que la teoría de esta investigadora no es desatinada. Es por esto que se dice que el calostro, le primera leche que producen las mujeres, es la primera vacuna de los bebés. De acuerdo con Powell, si logra confirmarlo, será un tratamiento mucho más avanzado que el de la sangre, ya que los anticuerpos de la leche son particularmente duraderos y resistentes a la degradación. Aclara, eso sí, que las personas no tomarían la leche directamente, sino que recibirían los anticuerpos inyectados, luego de ser purificados.
Fuente: elespectador.com