Francia impone toques de queda en varias ciudades ante una ola de violencia en los barrios dominados por la inmigración

Francia impone toques de queda en varias ciudades ante una ola de violencia en los barrios dominados por la inmigración

Francia ha vuelto al confinamiento, pero esta vez no por un virus, sino por una violencia desatada en las calles que las fuerzas de seguridad ya no logran contener. En las últimas semanas se han sucedido tiroteos con centenares de implicados, incendios provocados en prisiones y crímenes en plena celebración de bodas. Sólo en 2023, la violencia ligada al narcotráfico dejó más de 100 muertos y 300 heridos en el país.

La situación más reciente se vive en Nimes, en el sur de Francia, donde a partir de este lunes entrará en vigor un toque de queda nocturno para los menores de 16 años, desde las nueve de la noche hasta las seis de la mañana, durante dos semanas prorrogables. La ciudad se suma así a la decena de municipios que ya aplican esta medida desde finales de junio, como Béziers, Triel-sur-Seine, Saint-Ouen o barrios enteros de las afueras de París.

El detonante en Nimes fueron los tiroteos ocurridos en las últimas semanas: el jueves pasado, un nuevo enfrentamiento entre jóvenes dejó seis heridos de entre 15 y 20 años, mientras los tres agresores permanecen prófugos. El 27 de junio ya se había producido otro tiroteo similar en la ciudad. Tras estos hechos, muchos comercios optaron por cerrar durante el fin de semana por temor a nuevos altercados.

En paralelo, el martes apareció en Seine-Saint-Denis el cuerpo parcialmente carbonizado de un joven de 19 años, un asesinato que la fiscalía relaciona con los sucesos recientes en Nimes. La lista de víctimas en estos barrios no deja de crecer: un joven de 18 años fue abatido a tiros en 2023 y un niño de apenas diez años murió en un caso de confusión de identidad.

El responsable de seguridad del Ayuntamiento de Nimes, Richard Schieven, ha justificado el toque de queda como una forma de proteger tanto a los menores “que no tienen nada que ver con el tráfico de drogas” como a los que ya son utilizados por las redes criminales desde los 12 o 13 años.

Sin embargo, ni la Policía ni los residentes creen que sea una solución. “Jóvenes delincuentes disparan a la gente a plena luz del día con total impunidad”, denunció Wissem Guesmi, del sindicato policial Unité, a la AFP. “Un toque de queda no los detendrá”, añadió.

En los últimos meses, los barrios marginales, con fuerte presencia de inmigrantes, se han convertido en escenario habitual de ajustes de cuentas relacionados con las drogas y de violencia juvenil. En Goult, una novia fue asesinada durante una boda en plena guerra entre bandas. En París, los tiroteos han llegado a implicar hasta a 500 personas. La violencia se propaga, mientras las autoridades tratan de aparentar control con medidas que ni la propia policía considera eficaces.

Fuente: www.gaceta.es