Hoy, cinco de Abril, celebramos las fiestas en honor a SAN VICENTE FERRER, patrono de ese acogedor pueblo de SAN VICENTE DE CARAPA; localidad que es la Capital de la Parroquia Mamo del Municipio Independencia del Estado Anzoátegui, que tiene una arraigada vocación rural. Para comprender la historia de este singular pueblo, es conveniente tener en cuenta que a lo largo de su existencia y hasta la presente fecha, SAN VICENTE DE CARAPA, ha conservado la categoría de Capital de Parroquia o Capital de Municipio Foráneo, según ha correspondido con la división político territorial del momento; por lo que su historial debe verse ligada a otras aldeas o pueblos vecinos, especialmente a Cucasana y a Mamo por ser los más antiguos de su Jurisdicción.
San Vicente de Carapa o simplemente “Carapa”, se encuentra ubicada en la zona Sur-Este del Estado Anzoátegui, a unos 35 Kilómetros aproximadamente al Este de Soledad (que es la Capital del Municipio Independencia del Estado Anzoátegui), siendo durante mucho tiempo, el segundo centro poblado de mayor importancia en toda esta área territorial.
Conforme lo dejo dicho el Agrimensor Pino y Pino, en informe presentado al ilustre Concejo Municipal el 16 de Junio de 1864, el centro poblado, está situado sobre un plano inclinado; que estaba situado a la derecha del rio Cuca-sana; que su población presentaba un aspecto alegre y animado. En el mismo documento, cuando el citado autor se refirió a Carapa como “Parroquia”, dejo establecido que, cito: “…Es la parroquia (de las del Cantón de La Soledad) más abundante de agua permanente y de las más excelentes tierras de agricultura: ríos, cañadas y lagunas, en número considerable, contribuyen a fecundizar sus tierras…” más adelante, refiere: “…Allí se encuentra la laguna de Mamo, famosa por la riqueza de su pesca y por la semejanza que tiene con la mar en el flujo y reflujo de sus aguas, las cuales derrama al Orinoco por medio de un caño de bastante profundidad y de cuatro a seis leguas de extensión…” Fin de la cita.
Los orígenes de este poblado, datan de finales de la última década del siglo XVII (18), pues, aun cuando no conocemos la fecha exacta de su fundación, muchos historiadores aseguran que el fundador de este pintoresco pueblo, fue nada más y nada menos que Don VICENTE IGNACIO ANTONIO RAMÓN DE EMPARAN Y ORBE (mejor conocido en la historia patria, como “Vicente de Emparan”). Sí… el mismo que le correspondió ser el ultimo Capitán General de la Venezuela Colonial; el mismo que el 19 de Abril de 1810, cuando se disponía a asistir a los oficios religiosos del día (por ser, jueves Santos), fue emplazado para que se incorporara a la sesión que en ese momento estaba realizando el Cabildo de Caracas. Sesión que culminó con la renuncia del susodicho, después de haber consultado al pueblo caraqueño, que se había congregado en las afueras del ayuntamiento, dando paso a la Junta Conservadora de los derechos de Fernando VII y por consiguiente, a todo el movimiento independentista de Hispanoamérica.
Pero, ¿Cómo relacionamos a Don Vicente de Emparan, máxima autoridad de la Capitanía General de Venezuela, con este pequeño pueblo ubicado en el rebalse del Orinoco, allá en los confines de la Provincia de Nueva Andalucía? Es el caso que el aludido político y militar español, se desempeñó durante el periodo comprendido entre los años de 1.792 a 1.804 como Gobernador de la Provincia de Nueva Andalucía, cuyos linderos arropaban lo que en la actualidad forman los Estados Sucres, Monagas, Anzoátegui y parte de Delta Amacuro. Ahora bien, este ilustre personaje, ha sido catalogado por los historiadores, como un Gobernante muy progresista y avanzado para su tiempo, y se asegura, que al momento de separarse del cargo de Gobernador, dejo importantes obras en beneficio de la Provincia, entre ellos, carreteras y hospitales, además de impulsar el poblamiento de la Provincia, sin costos para el erario público, mediante la fundación de varios pueblo, como fueron Úrica, Santa Gertrudis de El Tigre, San Pedro y ese bendito pueblo de “San Vicente de Carapa”.
De manera que, cuando se dio inicio al movimiento emancipador en Venezuela, en 1810, Carapa cuando mucho, tenía algo menos de dos décadas de haber echado sus cimientos, y como quiera que su quehacer diario era la actividad agropecuaria, no representaba un objetivo militar de mayor relevancia para los combatientes; sin embargo, en los primeros años, la acción guerrillera no dejo de perturbar la monótona y pacífica vida local.
Una vez que los patriotas consolidaron la toma de Guayana y establecieron en la ciudad de Angostura, la Capital de la República, Soledad junto a Carapa se convirtieron en puntos militarmente estratégicos para la seguridad de la ciudad capital, y de los Órganos del Estado que desde allí debían Despachar, pasando estos pueblos a formar parte del escudo o anillo de seguridad de Angostura.
Es conveniente tener en cuenta, que durante mucho tiempo, Carapa fue un importante centro para el descanso y restablecimiento de fuerzas de quienes se trasladaban por trochas o caminos de recua, desde Angostura (luego Ciudad Bolívar) hasta Maturín, Cumanacoa, Cumana, Carupano o cualquiera de las otras ciudades del Oriente del País y viceversa (circunstancia que cambio drásticamente, a mediados del siglo pasado, con la construcción de la Carretera Barcelona a Soledad y Barcelona Carupano); en conocimiento de la importancia de esta vía de comunicación, el ejército Republicano decidió establecer un centro de control o alcabala en Cucasana, para así tener dominio de todos los viajeros que pasaran por la zona.
Este punto de control, facilitó conocer la ubicación del General Piar, cuando el Libertador ordeno aperturarle un expediente por los delitos de: Insubordinación a la Autoridad Suprema, Conspiración Contra el Orden y Seguridad Pública, Sedición y Deserción, pues, el Gral. Piar, había pasado por ese punto de control, el día 26 de julio del año de 1817, pernotando en casa de un vecino de nombre Valerio Lara, para salir al día siguiente rumbo a Maturín. Paradójicamente, pasaría por ese mismo punto, cuando en condición de prisionero, lo condujera el Gral. Sedeño de regreso a Angostura.
Recordemos que este caballero de apellido Lara, sirvió posteriormente como testigo en el Juicio Marcial que le fue seguido a Piar, valiendo sus declaraciones, para probar el delito de deserción.
Con la finalidad de fortalecer como “trinchera militar” al puerto de La Soledad, que servía de escudo protector de la Capital de la República, en fecha 29 de Octubre de ese mismo año (1817), el Libertador le dirige comunicación al Comandante de Cucasana, para que instara a las familias “criollas” que habitaban en los predios de Carapa y de Cucasana, para que se trasladaran hasta “La Soledad”, en donde debían construir sus viviendas y fomentar sus nuevas siembras; orden que no fue recibida con mucho agrado por los vecinos afectados, de manera que el Libertador se vio obligado a reformular dicha orden.
Casi un año después, el Libertador debió pasar por Carapa y Cucasana en compañía de su Estado Mayor, pernotando en la zona la noche del 25 de Octubre de 1818. El día anterior, 24 de Octubre (día de San Rafael), habían atravesado el Orinoco, desde Angostura hasta el Puerto de La Soledad, con la finalidad de dirigirse a Maturín con destino último en Cumaná, en donde esperaba parlamentar con el Gral. Mariño. Una vez alcanzado el objetivo, Bolívar y sus sequitos regresaron a Angostura por la misma ruta, llegando a Cucasana a altas horas de la noche del día 10 de noviembre de 1818, después de haber soportado una gran tormenta, por lo que decidieron acampar en ese lugar, para salir a tempranas horas de la mañana siguiente, rumbo al Puerto de La Soledad, lugar al que llegaron en horas de la tarde y sin mayor dilación, atravesaron el Orinoco alcanzando su destino, la Ciudad de Angostura.
Carapa, fue una de las Parroquias que integraban el Cantón de El Pao de Barcelona, y posteriormente, el 27 de Abril de 1832, fue una de las ocho parroquias con las que nació el primitivo “Cantón de La Soledad” (génesis de lo que hoy es, el Municipio Independencia del Estado Anzoátegui), quedando ratificada su condición de cabecera de Parroquia en la ley del 28 de Abril 1856, que estableció la primera División Político-Territorial de la República de Venezuela.
La condición de Capital de Parroquia o Capital de Municipio Foráneo (según el caso), que ha ostentado Carapa a lo largo de su existencia, ha creado las condiciones, para que esta pequeña urbe haya servido durante mucho tiempo, como sede o asiento de un Juzgado de Paz en un primer momento, y posteriormente al Tribunal de Municipio, de los Municipios Carapa y Mamo; tribunal que tenía competencia para conocer de los procedimientos de jurisdicción voluntaria, los casos de pequeñas cuantías, algunos aspectos en materia de familia, como por ejemplo, efectuar matrimonios. En materia penal, conocía de los procedimientos que debían seguirse para castigar los ilícitos conocidos como “faltas” y servir de Tribunal Instructor, en cualquier delito cometido en su Jurisdicción, a ello tendríamos que sumarle las facultades Notariales con las que contaba. Dicho Tribunal, fue transferido a Ciudad Bolívar a mediados de los años noventa del siglo pasado, por su intrascendente actividad judicial.
Por la misma razón señalada para acoger al Tribunal, se aplica para que Carapa haya sido sede de la Junta de Comunal, de la Junta Parroquial y ahora del Concejo Comunal. Es de advertir, que en los archivos del Tribunal y en el de las Juntas antes mencionadas, se encuentra un valioso material para escribir en forma detallada y con un alto grado de certeza la Historia local.
Con relación a la atención o Administración evangélica, ni Carapa, ni Cucasana han tenido la suerte de contar con un Cura o Párroco que viviera en la zona, por lo que a finales del siglo XVIII (18) eran asistido en materia religiosa, por el Padre o misionero de Panapana, quien en conocimiento de la distancia que se debía recorrer hasta la Cabecera del Cantón de El Pao, vale decir, la Villa del Pao de Barcelona (hoy, El Pao), atravesaba el Orinoco para llevar la doctrina Cristiana a los moradores de esos lares. Al transcurrir los años, y con la fundación de la Parroquia eclesiástica de “La Soledad”, en el año de 1.832, la atención a la feligresía de esos parajes, le correspondió como era lógico, al Cura de Soledad, pero, de acuerdo al informe que presentó el agrimensor Pino y Pino (que hemos citado anteriormente), el Cura solo visitaba el Pueblo cuando los vecinos hacían los costos del viaje; circunstancia que solían practicar, una vez al año, para celebrar las fiestas (lo que nos da una idea de lo añejo que ha sido la celebración que hoy congrega a tantos vecinos y foraneos que están deseosos de recibir la Bendición de San Vicente Ferrer). En ausencia del Cura, que eran quienes efectuaban los matrimonios hasta finales del siglo XIX (19), existían muchas parejas de la zona, que no cumplían con ese sacramento y muchos niños que con más de cuatro años, no habían recibido aún el bautismo (tenga presente, que antiguamente el Registro Civil era llevado por la Iglesia Católica, y las Actas de Bautismos, suplían las Partidas de Nacimientos). La atención a los feligreses cambio, al parecer, con la creación de la Parroquia Eclesiástica de Carapa alrededor del año 1900.
En cuanto al homenajeado “San Vicente Ferrer”, podemos decir que nació en Valencia (España) en el año de 1.350; que fue miembro de la Orden de los Dominicos; que se consagro a la enseñanza de la teología, recorriendo muchas comarcas mientras predicaba; que murió en Vannes (Francia) en el año de 1.419 y que fue Canonizado por el Papa Calixto III, el 29 de Junio de 1.455. Es venerado en su Valencia natal y por supuesto, en Carapa, cuya imagen cuenta con una bien ganada reputación de “Santo milagroso”, por lo que sus fiestas convocan un gran número de creyentes. En Carapas, cuenta con una Capilla o Santuario construido en los años setenta del siglo pasado, que a la fecha, exhibe muchos testimonios de agradecimientos, lo que es una prueba irrefutable del misticismo que envuelve a San Vicente Ferrer. Dicha Capilla ha sido conservada durante muchos años, por vecinos de la población entre los que destaca la familia Abache. Anualmente, se realiza una peregrinación que parte desde Soledad, y hace un recorrido aproximado de 35,00 kilómetros, hasta llegar a su Santuario en el pueblo de Carapa. Esta procesión o peregrinación, se realizó por vez primera, en el año de 1.985, a raíz de una promesa que hiciera el Prof. Apolo Martín Gómez, quien acompañado de familiares y un grupo de amigos que se le unieron en solidaridad, dieron inicio a esta tradición que año tras año ha ido incrementando el número de participantes, quienes al finalizar la travesía se unen a las demás acciones conmemorativas.
Hoy, San Vicente de Carapa resiste, y lucha para dejar atrás el atraso y el olvido, tanto de los Entes Oficiales, que por años han ignorado toda la gente que sobrevive en las riveras del Orinoco, a pesar que se encuentran a escasos kilómetros de los grandes emporios del hiero, del acero y del aluminio; así como del olvido de muchos de sus hijos, que se fueron obnubilados, persiguiendo la fantasía de unos sueños inalcanzables y se niegan a regresar para colaborar en el progreso de su patria chica, en donde se quedaron un puñado de hombres y mujeres que contra todos los designios fatalistas, que les negaban el derecho a soñar con un feliz porvenir, tercamente persisten en anhelar vivir del agro y de la cría, como vivieron sus padres y sus abuelos; se empeñan en vivir dignamente aprovechando un turismo ecológico en las cuencas de las lagunas y los demás acuíferos que existen en esta parroquia; que insisten en reclamar, ser beneficiados por el aprovechamiento de la industria maderera y que sus bosques sean explotados con criterio de sustentabilidad; en fin, que aspiran vivir con la máxima suma de felicidad posible, como lo visualizó el Libertador, Simón Bolívar.
Autor: ARTURO CORONA MOYETÓN.