La Habana criticó que se use ese concepto para referirse a los problemas de salud que presuntamente han sufrido 26 funcionarios de la embajada estadounidense.
El Gobierno de Cuba criticó este jueves (28.06.2018) que Estados Unidos hable de «ataque” para referirse a los misteriosos incidentes de salud que han afectado hasta ahora a 26 diplomáticos estadounidenses destinados en La Habana. Esta misma jornada, Washington había anunciado que dos funcionarios más sufrieron problemas médicos similares a los que antes reportaron 24 de sus colegas.
«Miente quien usa el término ‘ataque’ para referirse a los síntomas reportados por diplomáticos de EE.UU.. Lo hace conscientemente, con una agenda política bien definida y una carga de oportunismo», afirmó el director general para EE.UU. de la Cancillería de la isla, Carlos Fernández de Cossio, en una conferencia ante los medios. El funcionario aseguró que Estados Unidos tiene un largo historial de acudir a la «manipulación política y la agresión por vías abiertas y encubiertas» para lograr sus propósitos políticos y económicos.
Asimismo denunció que Cuba es un país «persistentemente agredido» por EE.UU., y que tiene «toda razón» para rechazar imputaciones falsas y acusaciones difamatorias del Departamento de Estado. El Gobierno cubano ha reiterado que no existen indicios que prueben los supuestos «incidentes de salud» sufridos por diplomáticos estadounidenses y ha insistido en su «invariable compromiso» de cooperar para esclarecer lo ocurrido.
Problemas de origen desconocido
Los dos casos dados a conocer este jueves son los primeros confirmados en La Habana desde agosto de 2017, manifestó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en un comunicado. Los supuestos ataques tuvieron lugar entre noviembre de 2016 y agosto de 2017 y, por el momento, el Gobierno de Estados Unidos no ha podido determinar «quién o qué» dañó la salud de su personal, que llegó a sufrir conmociones cerebrales.
El Gobierno de Donald Trump asegura que sus funcionarios en La Habana y familiares sufrieron trastornos de salud como pérdida de audición, mareos, zumbidos, dolores de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultades para dormir, entre otros síntomas. El Departamento de Estado retiró a más de la mitad de su personal de la embajada en La Habana y expulsó a 15 diplomáticos cubanos como medida de reciprocidad.
DZC (EFE, dpa)