El Congreso, prácticamente paralizado por el Ejecutivo, duda que el pedido del Gobierno a los tenedores de bonos a una renegociación de la deuda externa tenga éxito. Reunión con acreedores debe ser el 13 de noviembre.
El diputado Rafael Guzmán, miembro de la comisión de Finanzas de la Asamblea, dijo que el país está al borde de una cesación de pagos del servicio de la deuda y que el Gobierno no ha sido claro en su propuesta para renegociar la deuda externa, de unos 150.000 millones de dólares.
«La presunta reunión del Ejecutivo para el 13 de noviembre con los tenedores de bonos no creemos que vaya a ser exitosa, en principio porque la gran mayoría de los tenedores de bonos sabe la consecuencia que es reunirse con una persona sancionada (por Estados Unidos). No es una reunión transparente y no hay muestras de que el Ejecutivo quiera cambiar su modelo económico», dijo en una rueda de prensa.
El presidente Nicolás Maduro anunció que entrará en un proceso de refinanciamiento de la deuda, para lo cual fijó una reunión con los tenedores de bonos de la deuda soberana y de la estatal petrolera PDVSA para el 13 de noviembre en Caracas.
Maduro ordenó el pago el viernes pasado de 1.161 millones de dólares por vencimientos de capital e intereses de los bonos PDVSA 2017 y puntualizó que los siguientes pagos quedarían sujetos a la renegociación, lo que analistas interpretaron como una virtual cesación de pagos.
Propuesta de acusado por narcotráfico y sancionado por Washington
Asimismo, designó a su vicepresidente Tareck El Aissami, jefe de la comisión que presentará la propuesta a los acreedores. El Aissami está sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que lo colocó en una lista negra sobre presuntos narcotraficantes.
Guzmán dijo que la reunión propuesta por el Gobierno no despertará interés y que una posible cesación de pagos hará que el país sea objeto de demandas judiciales, pues los acreedores buscarán cobrar su dinero. «Con esto, lo que los venezolanos estamos enfrentando es más hambre y más miseria», alertó. Guzmán indicó que la mayor parte de la deuda externa la contrajo el Gobierno bolivariano en los últimos 12 años, la etapa de mayores ingresos petroleros del país.
«Desde que llegamos a la Asamblea Nacional, en enero de 2016, propusimos al Gobierno que debería ir a una reestructuración de la deuda, con el concurso de los acreedores, cambiando la política económica, generando confianza. Ahora, con reservas internacionales en su peor momento, precios petroleros bajos e hiperinflación, se anuncia el refinanciamiento y pone a la cabeza del proceso a una personas sancionada», indicó.
El diputado dijo que será difícil para el país llevar adelante la renegociación, pues el Gobierno no tiene políticas que generen confianza. Guzmán recalcó que ningún acuerdo con los acreedores será legalmente aceptado, pues este tipo de negociación debe ser aprobado por la Cámara legislativa, que Maduro busca anular con medidas legales y suplantarla por la Asamblea Constituyente, dominada por el chavismo y con poderes plenipotenciarios.
Maduro había seguido una política de pagar la deuda a toda costa, recortando el dinero para las importaciones para destinarlo al pago de compromisos. Las reservas internacionales están en alrededor de 10.000 millones de dólares, la economía ha retrocedido en los cuatro últimos años y la inflación este año podría cerrar en un 1.000 por ciento, según cálculos independientes.
JOV (dpa, WRadio)