Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, líderes civiles independentistas, fueron enviados a prisión provisional sin fianza por un presunto delito de sedición en relación con incidentes vinculados al proceso separatista catalán.
La jueza de la Audiencia Nacional que investiga las movilizaciones que tuvieron lugar en la noche del 20 al 21 de septiembre en Barcelona llegó a esa decisión tras tomar declaración por segunda vez al presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Sànchez, y al de Òmnium Cultural, Cuixart.
Los hechos tuvieron lugar el 20 y el 21 de septiembre, cuando agentes de la Guardia Civil española registraban la sede del área de Economía del Gobierno catalán en el marco de un gran operativo policial contra el referéndum soberanista fijado para el 1 de octubre.
Pena puede ser hasta de 10 años
Esa misma noche, tras la detención de 14 personas presuntamente vinculadas con la organización de la consulta, que había sido prohibida por la Justicia, grupos de personas se concentraron a las puertas de la Consejería del «Govern» catalán e impidieron así salir a los guardias civiles que se encontraban en su interior, además de destrozar algunos de sus vehículos.
Sànchez y Cuixart son sospechosos de instigar las protestas, mientras que a Trapero y a Laplana se les investiga por una posible pasividad de los Mossos d’Esquadra ante los hechos.
Todos están imputados por un presunto delito de sedición, penado con hasta diez años de prisión.
JOV (dpa, elpaís)
LA información es de: La Nación